Las condiciones para la restauración paisajística de carreteras en la Península Ibérica no es siempre la misma.
Es evidente que no tiene nada que ver la ejecución de estos trabajos en el norte de España, que en el Sur, como tampoco una restauración en el interior de la provincia de Granada, como en la costa, ni siquiera dentro de un mismo tramo de carretera de varios kilómetros.
Esto no es sólo por la diferencia en la climatología, sino también por la diferencia en la calidad y estructura de los suelos, lo que incide sobre la viabilidad de las medidas a adoptar y es directamente proporcional a la inversión o coste de ejecución que se realice sobre ella.
La restauración vegetal del último tramo de la autovía A-7: Carchuna – Castel de Ferro
El caso de la restauración de las márgenes del último tramo que quedaba por construir de la A7, es un claro ejemplo de las necesidades de restauración que pueden presentar estas vías en este tipo de ámbitos subdesérticos, ya que a la precariedad habitual de lluvias, que se combinan excepcionalmente con eventos de gota fría, como el ocurrido recientemente, se une la decrepitud de los suelos a tratar (pizarras) con muy bajos contenidos en materia orgánica, escasa capacidad de retención de agua y elevada granulometría, que favorece la evaporación de la poca humedad retenida.
Aún así, para este tipo de actuaciones, que contrariamente a lo que pudiera parecer, se dispone habitualmente de escaso presupuesto, se intenta controlar la erosión del suelo, no sólo hídrica sino también eólica clásica de estos lares, facilitando la fijación de finos y semillas de la hidrosiembra y del entorno, con la instalación de mallas de fibras naturales de yute o coco.
La combinación de mantas y mallas orgánicas con plantaciones sería aún más recomendable que con la simple hidrosiembra, por cuanto sobre estas plantas se puede actuar con trabajos de riego, fertilización y reposición hasta llegar a su establecimiento definitivo.
Para la ejecución de estos trabajos se ha de contar con empresas especializadas como Paisajes del Sur, no sólo de jardinería, que con su experiencia pueden ayudar en la toma de decisión del método de restauración, preparando materiales y plantas con tiempo suficiente, para finalmente acometer de forma adecuada las dificultades normales de ejecución que entrañan este tipo de técnicas.
La función de la restauración paisajística de carreteras, no es sólo estética sino también funcional, ya que cuando se consigue establecer adecuadamente la vegetación se estabiliza mejor la obra y se integra en su entorno facilitando relaciones psicosociales y ecológicas, además de disminuir de forma importante los costes de mantenimiento de la misma lo que la convierte en carreteras más sostenibles.